Moriscos y cristianos se dan cita en este pueblo de Almería para reformular el tratado de paz que dio fin a las guerras entre ellos en 1570. Un escenario vivo y en tiempo real acerca de un hito histórico en el que no se deja nada al azar.
Para lograr semejante hazaña, todos los habitantes del pueblo trabajan duro durante todo el año para que el medievo consiga instalarse cada primavera en Padules.
Fue un día de 1570 cuando Don Juan de Austria y Muley Abdallah Abén, rey de los moriscos, pusieron fin a la guerra que estaba devastando estas tierras. Ese día es el que esta villa se encarga de conmemorar vistiéndose de feudo y poblando la localidad de talleres de esgrima, encurtido, herrería y demás puestos que reproducen al milímetro como era este lugar en el momento de la Reconquista. Incluso se escenificará la paz entre Abdallah y Juan II, que aparecerán entre los vecinos del pueblo y pasearán en desfile como si estuviéramos en el siglo XV por cada rincón de la localidad.
Tanto es así, que incluso la gastronomía también retrocederá seis siglos en las jornadas que organizan durante en estos días los bares y restaurantes de la localidad. Nada de alta cocina moderna. Solo platos mudéjares y cristianos de 1570 en un mes en el que Padules da su más leal bienvenida a la Edad Media.
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